No reconozco hoy en día nuestros valores, nuestra herencia, nuestro comportamiento ni nuestra educación.
Cada vez hay más casos de peleas que terminan en muertes por disparos, por navajazos, por violencia... ¿qué está pasando?. No quiero dejar que el primer pensamiento que pasa por mi mente sea el último, el definitivo, pero no encuentro muchas más explicaciones y dejo de este modo la pregunta abierta, ¿cuál es la primera causa de este cambio tan radical de comportamiento entre los ciudadanos de este país?...
Me asusté cuando empecé a recomendar a las personas más allegadas que si veían una pelea, o si se encontraban con ella, dejasen in situ la situación y se fueran de allí, porque cada vez más gente sale armada, sin pudor ni respeto por la vida, por las vidas humanas.
Antes, nuestra educación nos enseñaba a calmar la situación, a poder hablar para entendernos, a arreglar el conflicto como personas razonables.
Hoy NO. ¿Qué es mejor bajar la cabeza, ni tan siquiera ayudar?, y a modo de ejemplo el suceso del Profesor Neira, que con una voluntad férrea de ayudar ha demostrado que no tratamos con la misma gente, que no vivimos ni respetamos los mismos principios que nos enseñaron, que no tenemos los mismos valores que antes.
¿Qué le recomendaría a sus hijos si están cerca de una pelea?... ¿Qué le recomendaría a sus padres si sufren un robo?... ¿Qué harías hoy si te ves en la situación que acaba de vivir este docente?...
La moral está por encima de las normas de convivencia cuando lo que peligra es la propia vida.
¿Dónde han quedado nuestros valores?. Nuestra sociedad está cambiando, y ahora hay pistolas y navajas por las calles. Ahora hay gente que no respeta la vida de los demás, porque de hecho no debe ni respetar la suya propia para actuar de esa manera.
Ayudar a otros implica la posibilidad de sufrir una paliza o un navajazo, estadísticamente es cierto, ¿es cierto en la realidad del día a día? Tristemente, lamentablemente parece que SÍ.
Cada vez hay más casos de peleas que terminan en muertes por disparos, por navajazos, por violencia... ¿qué está pasando?. No quiero dejar que el primer pensamiento que pasa por mi mente sea el último, el definitivo, pero no encuentro muchas más explicaciones y dejo de este modo la pregunta abierta, ¿cuál es la primera causa de este cambio tan radical de comportamiento entre los ciudadanos de este país?...
Me asusté cuando empecé a recomendar a las personas más allegadas que si veían una pelea, o si se encontraban con ella, dejasen in situ la situación y se fueran de allí, porque cada vez más gente sale armada, sin pudor ni respeto por la vida, por las vidas humanas.
Antes, nuestra educación nos enseñaba a calmar la situación, a poder hablar para entendernos, a arreglar el conflicto como personas razonables.
Hoy NO. ¿Qué es mejor bajar la cabeza, ni tan siquiera ayudar?, y a modo de ejemplo el suceso del Profesor Neira, que con una voluntad férrea de ayudar ha demostrado que no tratamos con la misma gente, que no vivimos ni respetamos los mismos principios que nos enseñaron, que no tenemos los mismos valores que antes.
¿Qué le recomendaría a sus hijos si están cerca de una pelea?... ¿Qué le recomendaría a sus padres si sufren un robo?... ¿Qué harías hoy si te ves en la situación que acaba de vivir este docente?...
La moral está por encima de las normas de convivencia cuando lo que peligra es la propia vida.
¿Dónde han quedado nuestros valores?. Nuestra sociedad está cambiando, y ahora hay pistolas y navajas por las calles. Ahora hay gente que no respeta la vida de los demás, porque de hecho no debe ni respetar la suya propia para actuar de esa manera.
Ayudar a otros implica la posibilidad de sufrir una paliza o un navajazo, estadísticamente es cierto, ¿es cierto en la realidad del día a día? Tristemente, lamentablemente parece que SÍ.
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