martes, 29 de septiembre de 2009

La tarima en Educación


Si una solución en educación implica un gasto económico en tiempos de crisis, y a la vez no asegura el resultado esperado, ¿para qué hacerlo?

El respeto a un profesor no se hace con autoridad, es una de las bases de la educación, y ello está demostrado, probado y experimentado (acúdase a cualquier manual básico de pedagogía).

El “usted” hay que sentirlo, no decirlo.

Si se siente no es necesario decirlo, porque se ve en la mirada, en las palabras, en los actos… y para poder sentirlo hace falta un “por qué” y un “para qué”. Hay por ello que explicarles a nuestros alumnos, a nuestros hijos, a los que vienen detrás por qué hay que respetar a ciertas personas en ciertos lugares. Y no es porque ostenten un cargo, o porque lleven un traje, o tengan una buena posición… es porque trabajan para nuestro bien. A esas personas entonces, es mejor respetarlas, para que no se cansen de nosotros y se vayan de nuestro lado, por si nuestro camino se tuerce.

¿No acudirías en caso de problemas a quien te va a aconsejar bien y a quien trabaja para tu bien?

Respetemos pues a esas personas… y que cada uno elija si le llama de Usted o lo demuetra.
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